La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre 250.000 y 300.000 personas sufren cada año en el mundo una lesión medular, cuya incidencia es mayor en hombres que mujeres. Este tipo de lesión, que implica un daño en la médula espinal, puede tener causas traumáticas (como accidentes de tráfico, deportivos, caídas o agresiones) o no traumáticas (tumores, infartos medulares, infecciones…), e incluso presentarse de forma congénita.
Sea cual sea el origen, producirá una pérdida total y/o parcial de la actividad motora voluntaria y de la sensibilidad por debajo del nivel en el que se ha producido la lesión.
Dependiendo de las vías que estén afectadas, la lesión se clasificará en completa o incompleta, determinando si la persona puede tener capacidad de marcha o no.
Esto puede impactará profundamente en la vida diaria de la persona, condicionando su autonomía, su salud general y su bienestar emocional.
Pero, ¿qué pasa después de una lesión medular?
En INGENIA Neurología acompañamos de forma especializada este “después”. Lo hacemos desde un enfoque integral, centrado en la persona y basado en la evidencia, entendiendo que cada lesión, cada historia y cada cuerpo es diferente y tiene que tener sus propias consideraciones.
En primer lugar, como explicábamos al principio, va a depender del tipo de lesión y la preservación motora y/o sensitiva tras el daño. En todos los casos, es necesaria una rehabilitación precoz orientada hacia objetivos funcionales, realistas y que tengan un impacto directo en la calidad de vida y autonomía de la persona.
Es fundamental un abordaje integral de la persona, pero sin olvidar los aspectos psicológicos, sociales, educativos y familiares.
Rehabilitación, autonomía y participación social
Desde la fase más aguda, cuando aún se encuentra hospitalizada, la persona comienza un proceso rehabilitador que continúa mucho más allá del alta médica. En INGENIA, diseñamos protocolos personalizados para acompañar todas las fases: desde la restauración funcional (con un modelo basado en la terapia intensiva y el uso de tecnología avanzada específica como electroestimulación y sistemas de suspensión de peso para facilitación de marcha), hasta el entrenamiento en el uso de ayudas técnicas (silla de ruedas, férulas, transferencias…), pasando por el trabajo de la autonomía personal y la prevención de complicaciones asociadas a la inmovilidad.
Además de los objetivos de carácter más restaurativo, es importante no olvidarse de la prevención de complicaciones asociadas a la inmovilidad y otros aspectos de la lesión. Nos enfrentamos, junto a nuestros pacientes, a retos como:
- Alteraciones del tono muscular,
- Fracturas.
- Riesgo de úlceras por presión,
- Infecciones urinarias,
- Complicaciones respiratorias,
- Problemas circulatorios,
- Dolor crónico o neuropático,
- Cambios en la esfera sexual,
- Trastornos de la regulación de la temperatura corporal,
- Impacto emocional y psicológico.
Deporte adaptado y nuevas formas de vivir el cuerpo
Una parte importante del trabajo en INGENIA es recuperar la conexión con el cuerpo, aunque ahora funcione de forma diferente.
Las posibilidades de deporte adaptado se han incrementado en los últimos años, lo cual aporta beneficios físicos generales general (resistencia, velocidad, fuerza, flexibilidad…), de forma que se convierte en una poderosa herramienta terapéutica, pero también beneficios físicos específicos en personas con lesión medular (potenciación muscular, disminución del riesgo de alteraciones tróficas, procesos de decalcificación, contracturas y mejoras en la motilidad visceral) y psicosociales. Supone también una vía para recuperar la motivación, el rol social e identidad.
En una fase más aguda donde la persona se encuentra hospitalizada (fase de shock medular), los cuidados médicos y psicológicos son primordiales, pero es en esta misma fase donde se inicia el proceso rehabilitador. En poco tiempo la persona que precise para su movilidad una silla de ruedas comenzará el aprendizaje en el manejo de la misma y deberá entrenar para alcanzar la mayor independencia en las actividades de la vida diaria.
La vida no se detiene. Se reinventa.
En definitiva, después de una lesión medular la rehabilitación integral es primordial para que la persona pueda llevar a cabo la mayor cantidad de actividades por sí misma, pero sin dejar a un lado su participación en la sociedad.
Nuestro trabajo no es solo ayudar a recuperar funciones. Es acompañar a reinventar una vida plena, desde la participación, el derecho a decidir, el autocuidado y el acceso a recursos que mejoren la autonomía.
Porque en INGENIA Neurología creemos en el potencial de las personas más allá de la lesión.
Si tú o un familiar habéis pasado por una lesión medular y queréis iniciar un plan de rehabilitación adaptado a vuestras necesidades, contacta con nosotros. Te acompañamos en este camino